24.8.09

DE VERGÜENZA

Sinceramente, que a día de hoy sigamos viendo estas noticias es algo vergonzoso. Que una cerveza sirva para que una mujer sea azotada es algo que mi cerebro no consigue asimilar, y me imagino que en la mayoría de vosotros tampoco. Y para colmo también le imponen una multa de 2.000 dólares, seguramente para gastárselos en cervezas el Rey y el Primer Ministro. ¿Y estamos en el siglo XXI? Lo dicho, una vergüenza que tengamos que ver estas cosas hoy en día.
Bueno, mejor no haré más comentarios sobre esto porque sé que me dará un ataque de enajenación mental y acabaría escribiendo mil y una barbaridades.
Suerte a Kartika Sari Dewi Sukarno y que Amnistía Internacional logre su justa intención.


Amnistía Internacional (AI) ha instado al Gobierno de Malasia a que intervenga para evitar que una modelo de religión musulmana que bebió una cerveza sea azotada en cumplimiento de las leyes islámicas.

Kartika Sari Dewi Sukarno, de 32 años, fue condenada el pasado julio a seis latigazos y a una multa de 5.000 ringgit (unos 2.000 dólares) por consumir alcohol en una sala de fiestas del estado de Pahang, al este de Malasia.

"Azotar es un castigo cruel, inhumano y degradante, y además lo prohíbe la legislación internacional sobre Derechos Humanos", indicó la organización en un comunicado.

De llevarse a cabo el castigo, esta modelo que trabaja en la vecina Singapur y es madre de dos hijos, será la primera mujer en ser azotada en Malasia, bajo la sharia o ley islámica que se aplica a la población de religión musulmana.

Un castigo con fin 'educativo'

Cuando el tribunal de Pahang anunció el fallo, el fiscal a cargo del caso declaró que el objetivo de la pena "es educarla, más que castigarla".

Los hechos por los que fue declarada culpable se remontan a hace un año, cuando la modelo asistió junto a varias amigas a una fiesta playera y el camarero que le sirvió la cerveza no le pidió su documentación para verificar que no era musulmana. Alguna persona se percató de que bebía cerveza y alertó a la Policía, que detuvo a la mujer.

El consumo de alcohol es un asunto polémico en Malasia, donde un sector de la mayoría musulmana quiere extender la prohibición a las minorías china e india e implantar una "ley seca" en todo el país.

En Malasia, los azotes se dan con un látigo de ratán de un metro de largo y humedecido antes de ser empleado por los funcionarios de prisión a cargo de aplicar el castigo corporal.

Efe Bangkok - elmundo.es

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