Un año más he vuelto a acudir a los Premios Príncipe de Asturias para disfrutar del gran momento en la entrega de los galardones a los premiados. Fascinante me resultó todo como siempre, pero en especial el discurso del premio de las letras Ismaíl Kadaré, soberbio, así como de la presencia de Yelena Isinbayeva, con una increíble figura atlética dentro de un vestido como si de una princesa se tratase, aunque para princesa la nuestra que como siempre estaba espectacular, guapa y con un vestido elegántisimo.
Y quiero aprovechar a dedicar unas palabras al que en su día fue el primer Presidente de la Fundación, Pedro Masaveu, gran e íntimo amigo de mi padre y del que guardo inmejorables e imborrables recuerdos de cuando jugábamos a la llave en su Palacio de Hevia o mil momentos más, y que gracias a su impulso inicial de estos Premios hoy en día son lo que son. Allá donde estés sabrás que tu triste y repentina muerte cambió el rumbo de mi vida y las de tus amigos. Nunca te olvidaremos ni se te olvidará por los demás por lo gran persona que eras.
Enhorabuena a los premiados y a la Fundación porque como siempre todo salió perfecto.
Y quiero aprovechar a dedicar unas palabras al que en su día fue el primer Presidente de la Fundación, Pedro Masaveu, gran e íntimo amigo de mi padre y del que guardo inmejorables e imborrables recuerdos de cuando jugábamos a la llave en su Palacio de Hevia o mil momentos más, y que gracias a su impulso inicial de estos Premios hoy en día son lo que son. Allá donde estés sabrás que tu triste y repentina muerte cambió el rumbo de mi vida y las de tus amigos. Nunca te olvidaremos ni se te olvidará por los demás por lo gran persona que eras.
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