13.6.10

Viejecita malhumorada



Qué ven hermanas?
Qué ven?
Qué piensan
cuando me miran?

Una vieja malhumorada,
no demasiado inteligente,
de costumbres inciertas,
con sus ojos soñadores
fijos en la lejanía.

La vieja que escupe la comida
y no contesta cuando tratan de convencerla
“Dele, haga un pequeño esfuerzo”

La viejita, quien ustedes creen que no se
da cuenta de las cosas que ustedes hacen
y que continuamente pierde el guante o el zapato.

La viejita, quien contra su voluntad,
pero mansamente les permite
que hagan lo que quieran,
que la bañen y alimenten,
sólo para que así pase el largo día.


Es esto lo que piensan?
Es esto lo que ven?
Si es así, abran los ojos, hermanas,
porque esto que ustedes ven no soy yo!

Les voy a contar quién soy,
cuando aquí estoy sentada tan
tranquila,
tal como me ordenan,
cuando como por orden de ustedes.

Soy una niñita de diez años
que tiene padre y madre,
hermanos y hermanas,
que se aman.

Soy una jovencita de dieciséis años,
con alas en los pies,
que sueña que pronto
encontrará a su amado.

Soy una novia a los veinte,
mi corazón da brincos,
cuando hago la promesa
que me ata hasta el fin de mi vida.

Ahora tengo veinticinco,
tengo mis hijos,
quienes necesitan que los guíe,
tengo un hogar seguro y feliz.

Soy mujer a los treinta,
los hijos crecen rápido,
estamos unidos con lazos
que deberían durar para siempre.

Cuando cumplo cuarenta
mis hijos ya crecieron
y no están en casa,
pero a mi lado está mi esposo
que se ocupa de que yo no esté triste.


A los cincuenta, otra vez,
sobre mis rodillas
juegan los bebés,
de nuevo conozco a los niños,
a mis seres amados y a mí.

Sobre mí se ciernen nubes oscuras,
mi esposo ha muerto,
cuando veo el futuro
me erizo toda de terror.

Mis hijos se alejan,
tienen a sus propios hijos,
pienso en todos los años que pasaron
y en el amor que conocí.

Ahora soy una vieja.
Qué cruel es la naturaleza!
La vejez es una burla
que convierte al ser humano
en un alienado.

El cuerpo se marchita,
el atractivo y la fuerza desaparecen,
allí, donde una vez tuve el corazón
ahora hay una piedra.

Sin embargo, dentro de estas viejas ruinas

todavía vive la jovencita.
Mi fatigado corazón, de vez en cuando,
todavía sabe rebosar de sentimientos.

Recuerdo los días felices
y los tristes.
En mi pensamiento vuelvo a amar
y vuelvo a vivir mi pasado.

Pienso en todos esos años
que fueron demasiado pocos
y pasaron demasiado rápido,
y acepto el hecho inevitable
que nada puede durar para siempre.

Por eso, gente, abran sus ojos,
abran sus ojos y vean!
Ante ustedes no está
una vieja malhumorada
ante ustedes estoy YO!!

Dedicado a todas las viejecitas, y que nos sirva para concienciarnos de que todos algún día estaremos en su lugar, así que intentemos comprenderlas y ayudarlas siempre en todo lo que nos sea posible.

4 comentarios:

  1. Tienes mucha razón, se nos olvida demasiado a menudo que también nosotros llegaremos a viejitos y llegado el momento querremos que nos atiendan, y que no se olviden de nosotros...

    Por cierto, a mi la fotos no me paren de personas malhumoradas, mas bien parecen miradas tristes :(

    Que tengas buen domingo.

    Un beso!

    ResponderEliminar
  2. El siguiente comentario lo hizo Tony, pero se equivocó y lo puso en la publicación anterior, por eso lo copio aquí ;-)

    "Creo que mucha gente (muchos jovenes) a partir de cierta edad, ven a la gente mayor como.... seres que ya les toca la hora de morir... personas chochas, que ni sienten ni padecen.... Una grandisima crueldad... Hay qeu cuidarlas y quererlas tal y como queremos a nuestras parejas cuando tenemos 18 años....

    Precioso.. Que tengas buen dia ^^ "

    ResponderEliminar
  3. Genial, me encanto..tierno, humano,verdadero...este texto seguro nos hara mas humanos...
    Besitos., te ha gustado pasear entre arboles verdad?.

    iNDIA

    ResponderEliminar
  4. Copio el comentario escrito por Ginebra ya que al parecer tiene problemas para ponerlo ella por algún inconveniente informático ;-)

    Ginebra
    Hola Juan Luis, tan solo felicitarte por tu ultima entrada, lo hago por aquí porque sigo sin poder hacerlo en tu blog.


    Sencillamente hermoso amigo, tus palabras llegan…

    Todos somos esas viejecitas, todos somos en lo que nos convertiremos…

    Chapeau Juan Luis,

    Bsos

    ResponderEliminar